Hola a todos, yo soy Sol.
Hace ya como dos años llegué a AuPair Adventure de la mano de Anita, una ex AuPair de la agencia. Yo soy de Concepción del Uruguay, una ciudad en la provincia de Entre Ríos, a orillas del río Uruguay en Argentina, y Anita es de Concordia, otra ciudad de Entre Ríos un poco más al norte. Nos contactamos a través de una amiga en común. Esta amiga me conto que Anita había hecho el intercambio hacía un par de años atrás y que sería bueno que hablara con ella.
Me contacté con Anita quien me contó sobre su maravillosa historia en Estados Unidos. Una experiencia un poco dura al principio, producto de la adaptación, pero al final se acomodó tanto que aún sigue en contacto con su familia anfitriona. Además me contó sobre su linda historia de amor. En ese momento yo estaba aplicando con otra agencia pero la verdad es que después de que Anita me contara lo mucho que nos apoyan en AuPair Adventure y su gran experiencia decidí cambiarme de agencia. Fue una buena elección porque mi experiencia fue tal como me lo comentó Anita. Mi asesora Cecilia está siempre dispuesta a atendernos y ayudarnos en la medida que puede.
Yo tenía ya un poco mi vida armada así que mi idea era viajar por un año, hacer la experiencia, tal vez ahorrar un poquito de dinero para terminar mi carrera y volver a Argentina. A mí me encanta enseñar y en ese momento estaba estudiando profesorado de inglés, así que para mí tener esta experiencia era primordial. No recuerdo si Ceci me hizo algún comentario, pero si recuerdo que me miró raro cuando le dije cuáles eran mis planes sobre el intercambio y el regreso a casa. Creo que como ella tiene experiencia sospechó que probablemente mis planes cambiarían.
Debido a mi bajo nivel de inglés y al no tener permiso de conducir se me dificultaba mucho conseguir una familia, ya que los requisitos para el programa son muy específicos: buen nivel conversacional de inglés y permiso de conducir con experiencia de manejo. Claro, además de tener experiencia en cuidado de niños, aunque eso es siempre más sencillo de tener debido a que muchos tenemos un vecinito a quien cuidar. Mi perfil no podía ser presentado porque las agencias son muy exigentes en esos dos temas y al menos hasta que no pude sacar el permiso de conducir no pudieron presentar mi perfil. Después de eso, si tu perfil no es el ideal, tenés que tener suerte.
Como en todo trabajo, si no tenés el perfil solicitado hay que ser más flexible a la hora de seleccionar una familia y como yo me quería ir lo más rápido posible y no quería esperar más me fui habiendo hecho solo dos entrevistas y seleccionando a la familia con la cual aparentemente hice más química. Ellos no necesitaban a alguien con permiso de conducir ni con buen nivel de inglés, así que ahí comenzó mi aventura, aceptando la propuesta de una familia en una pequeña ciudad de Texas. Pequeña ciudad en número de residentes permanentes, pero durante la temporada de clases está llena de estudiantes. Yo llegue justo cuando empezaron las vacaciones de verano así que el pueblo me pareció desértico.
Al llegar todo me molestaba. El calor (a mí me gusta más bien el frío), la HM no era fácil de llevar, no tenía amigos, y de alguna manera estaba sola. Pero no se asusten si les pasa esto, es parte del proceso. Es lo que me había advertido Ceci, y con el tiempo lo fui comprobando. En poco tiempo empezó a crecer mi red de amistades, empecé a mejorar mi nivel de inglés, la comunicación con la HM, si bien no era la mejor, mejoró mucho y aprendimos a convivir. Como siempre dice Ceci, todo es un proceso de adaptación y tenemos primero que intentar adaptarnos porque nosotros elegimos tener esta experiencia.
Al comenzar la experiencia estaba desorientada, estaba nerviosa, pero por fin comenzaba este sueño que tanto había anhelado. Comenzaron los preparativos y el gran día llegó. Le hablé desesperada a Ceci diciéndole que nunca había ido a Buenos Aires, que nunca me había tomado un avión y que por favor me dijera que tenía que hacer. Ceci, con toda la paciencia, me dejó audios de todo el proceso, desde el momento que salía de mi casa, la ruta al aeropuerto, dónde estacionar, como hacer el check-in, pasar migraciones y seguridad, cómo ir a mi puerta de embarque, como leer los monitores informativos, que hacer al subir al avión, que no llevar conmigo en la cabina y muchos más. Una vez que llegué a Nueva York, no solo tenía un audio sino que ella había podido organizar un video con la explicación de cómo llegar al autobús y solicitarlo para que me dejara en el hotel. Incluso me envió una guía de la ciudad de New Haven y de New York para que pudiera visitar durante el proceso de training.
Esos audios me dieron la seguridad que necesitaba y seis meses más tarde, para las vacaciones de Navidad, me organicé un viaje sola por toda Europa. No solamente la agencia estaba super orgullosa de mi por mi gran paso sino que también lo estaba yo porque el intercambio que había empezado apenas seis meses antes ya me había enseñado cosas que en la vida hubiese podido aprender en Argentina en tan poco tiempo: viajar en avión, moverme en una ciudad desconocida, aprender a hacer amigos en un país con otra diversidad cultural, adaptarme a nuevas culturas, hablar inglés fluidamente, aprender a convivir con gente que no conozco, viajar por el mundo y por supuesto a enamorarme.
Estoy muy agradecida de haberme animado y de haber podido cumplir mi sueño de la mano de AuPair Adventure porque sin esta aventura no podría haber hecho todo esto. Haces 6 meses más o menos decidí que pediría cambiar de familia para aprovechar mi extensión en el programa. En EEUU nos podemos quedar hasta 2 años pero si queremos conocer otra familia de EEUU y probar otros rumbos podemos extender con una familia distinta. En ese momento decidí pedir extensión en otro lugar.
Además el calor me sofoca y me ilusionaba conocer una familia de Denver que estuviera interesada en mi perfil. En Denver hay mucha nieve y a mí me encantaba la idea de conocer ese lugar. Así que en abril, a un año de iniciar mi programa, ya había encontrado a mi nueva familia y tenía todo programado. Viajé en medio de la pandemia. Me puse barbijo y anteojos y aunque hice la cuarentena no tuve problemas. Creo que si nos cuidamos bien, mantenemos la distancia, nos lavamos bien las manos y usamos barbijo y anteojos el riesgo es prácticamente nulo.
Ahora estoy en la nueva casa. Denver es bonito, estoy relativamente cerca del centro y también de la montaña. Por primera vez vi nieve, que me parece encantadora. El lugar está lleno de bosques y estoy a unas 3 horas en auto de las famosas pistas de ski de Aspen. Seguramente Denver en invierno será una ciudad muy concurrida.
Creo que podemos terminar mi historia aquí y más adelante podré contarles cómo me fue con esta familia. Espero que se animen y comiencen muy pronto esta experiencia porque a pesar de que siempre podemos tener dificultades para adaptarnos creo que es una experiencia muy importante y no hay que dejarla atrás. Dificultades siempre hay en cualquier proyecto, pero la experiencia nos hace crecer mucho.
Si quieren pueden contactarme mi instagram @freebutterfly.22 para hacerme más preguntas.
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