Creo que una de las preguntas que más me han hecho en los 8 años que vengo viajando es: ¿No te da miedo llegar a un lugar nuevo, con gente que no conocés y una cultura diferente? La realidad es que tenemos que normalizar un poco ciertos sentimientos que nos hacen humanos y el miedo es uno de ellos. Todos sentimos, en menor o mayor medida, un poquito de miedo al arrancar algo nuevo y al irnos a un lugar hasta el momento desconocido.
Lo que hace la diferencia entre una persona que decide viajar y otra que lo desea pero no lo hace es cómo aprende a manejar ese miedo. Las opciones más extremas son que el sentimiento de inseguridad te invada de tal manera que te paralice y no te permita descubrir un mundo nuevo de oportunidades y experiencias. El otro extremo de esa misma línea es que conviertas el miedo en adrenalina, en el combustible que te empuja para adelante para siempre perseguir tus sueños.
Algo que tenés que considerar también es que una vez que salgas de tu zona de comfort, nunca nada volverá a ser igual. Creo que esa es una de las razones que más miedo nos da. Tenemos miedo de perdernos algo en casa, de perder eventos, momentos y relaciones importante en nuestro lugar de origen. Pero si damos vuelta la situación y pensamos en todas las cosas positivas de hacer un cambio de escenario, ese pensamiento ya no va a tener mucho peso en tu mente. Vas a descubrir tantas cosas increíbles de vos mism@ que probablemente al final de tu experiencia te des cuenta de que sos una persona un poco distinta a la que creías que eras antes. Esa es la riqueza absoluta de viajar.
Vivir de intercambio también nos expone a situaciones nuevas por las que probablemente nunca pasamos antes y, por más de que tengamos el respaldo de vivir con una familia anfitriona y una agencia por detrás, todo lo que te pase durante tu viaje y cómo resolvés los pequeños contratiempos depende enteramente de vos. Te toca empezar la hoja en blanco y escribir lo que vos quieras porque nadie que conozcas durante tu aventura tiene ninguna referencia anterior tuya y solo va a conocer lo que vos decidas mostrarle. Por eso mi recomendación es que le pongas muchos colores lindos a cada página de ese nuevo libro que estás escribiendo.
Nuevo escenario, cultura diferente, personas nuevas supone también que vas a explorar partes de tu personalidad que ni vos conocías. Vas a conocerte mejor porque tu creatividad se va a disparar más que nunca y vas a sentirte más independiente y autónom@. Esto no quiere decir que viajar sea para todo el mundo. Y eso no está ni bien ni mal, no es positivo ni negativo. Es como todas las cosas de la vida y no todo el mundo está interesado en lo mismo.
Si hay algo dentro tuyo que te da ganas de explorar, cambiar, aventurarte, hacelo. Siempre nos vamos a terminar arrepintiendo mucho más de las oportunidades que dejamos pasar que de aquellas que decidimos tomar. Sea cual sea el resultado de tu viaje, por lo menos vas a saber que lo intentaste, que lo viviste y que forma parte de tu vida.
Como te contamos antes, entre el programa AuPair y una Work&Holiday Visa hay grandes diferencias pero ambos presentan desafíos. No vamos a decirte que todo es color de rosa, que es fácil. Animarse a salir de tu zona de comodidad representa muchos desafíos y todos tenemos momentos más o menos felices durante el viaje pero, como dice mi frase preferida: no desees que sea más fácil, desea que vos seas mejor ('Dont wish it was easier, wish you were better' - Jim Rohn).
Si estás pensando en aplicar a un viaje de intercambio es porque algo adentro tuyo despertó la curiosidad de salir al mundo, de ver cómo las personas viven del otro lado del océano o porque estás en búsqueda de algo más que tal vez ni vos sabés qué es. Si todo eso te está pasando, hacelo. Tomá el impulso y hacelo. AuPair Adventure está con vos en todo el proceso porque somos una agencia de viajeros para viajeros y entendemos muy bien cada etapa que nos toca vivir cuando salimos al mundo. Contactanos y empecemos a planear tu próxima aventura.