Mi nombre es Sofi y quiero contarles cómo comenzó mi aventura. Laura, una amiga de mi familia y que ahora también está aplicando para un programa de intercambio, vio a una conocida en un evento social y esta chica, Flor, le contó que estaba aplicando para hacer un intercambio en EE.UU., una experiencia que debería ser increíble y que ella debía compartirlo con sus amistades porque estaba segura de que sería una aventura sin precedentes. Laura vino con la noticia y cuando escuché sobre el programa se me salían los ojos y no me alcanzaban las palabras para decirle a mi mamá que no me quería perder esa experiencia, asi que Laura hizo el primer contacto con la agencia que Flor nos recomendó.
Laura se contactó con Ceci, la asesora de quien Florencia habló muy bien, y la describe como una tía porque siempre se está preocupando por todas nosotras. Ceci le contó a Laura un poco de qué se trataba y luego hicimos una videollamada junto a mi mamá. Quedamos super encantadas y enseguida comencé el proceso de aplicación. Ceci me recomendó viajar primero a EE.UU. debido a que mi nivel de inglés era muy bueno y tenía experiencia conduciendo, dos requisitos que son super importantes para aplicar al programa. Es muy importante tener buen nivel de idioma y saber conducir si queremos ser parte de una familia y parte de una nueva cultura mas rápidamente.
Voy a tratar de obviar algunas partes para que la historia no se haga muy larga pero una vez que terminamos de armar el perfil, Ceci lo envió para revisión a EE.UU. y enseguida fui aceptada. No tuve que esperar mucho tiempo para que una familia me contactara. Los primeros que me contactaron fueron una pareja de asiáticos para que cuidara a sus niñitas, y yo emocionada con toda la situación dije que sí sin pensar. Chicas, les recomiendo que acepten los consejos de sus asesores porque en general ya vivieron estas experiencias, y en el caso de Ceci fue así. Ella me había comentado que no me apurara y que seleccionara bien. La cultura asiática es muy diferente a la de los argentinos y además vivían en una ciudad muy pequeña al sur de Chicago, y no solo no tenía nada para hacer fuera de la casa sino que también chocábamos con el papá debido a nuestras diferencias culturales. Si bien con la mamá y la nena me llevaba de maravillas tuve que decidir ir a rematch a los pocos meses porque tuvimos algunos problemas de comunicación con el papá.
Normalmente no se recomienda el rematch porque solo tenemos 15 días para buscar familia y si no encontramos en ese lapso de tiempo entonces tenemos que volvernos a casa. Por supuesto que nadie espera que aceptemos que nos traten mal pero sí es muy importante, como en cualquier otro trabajo, tratar de adaptarnos a las culturas y formas de ser de las familias para que la adaptación sea mas sencilla. Siempre recuerden que somos nosotros quienes elegimos hacer un intercambio y exponernos a otra cultura, así que a quienes nos toca tomar el mayor compromiso de la adaptación es a nosotros. Luego, si realmente no hay forma de entenderse, entonces ahí sí se puede hacer el rematch, pero siempre tenemos que tratar de resolver los problemas que puedan surgir. No podemos dejar cada trabajo porque cada simple obstáculo nos parece insalvable o no queremos tratar de arreglarlo. La convivencia es tratar de aprender y entenderse con las otras personas, pero eso lo sé hoy después de 2 rematches. Yo no había vivido antes sola. Siempre viví con mis papás y hermano, lo que hizo que no supiese que a veces hay que ceder y adaptarse.
Luego de Chicago viajé al norte de NY, con una familia americana que parecían divinos y tenían 3 niños. La convivencia venía bastante bien hasta que se desató el coronavirus y los niños pasaron a estar encerrados todo el dia, y solo querían usar dispositivos electrónicos. Como los padres no querían eso, los niños comenzaron a pegarme de vez en cuando, nada grave, pero no corresponde. Cuando empezó a suceder esto llamé a mi asesora y se aclaró muy bien que esto no estaba en duda: si una Au Pair respeta a la familia, la familia la tiene que respetar a ella, pero cuando los padres no hicieron nada para solucionar la situación, la única opción fue cambiar. Eso fue por marzo o abril 2020. Justo se había desatado la pandemia en todo Latinoamérica y aunque hubiese querido no habría podido viajar, ya que las fronteras estaban cerradas, así que las dos agencias, tanto la de Argentina como la de EE.UU., trabajaron mucho para conseguirme una nueva familia y cuando la conseguí la agencia de EE.UU. mandó a una persona a recogerme y llevarme a la nueva casa.
Esto es parte del servicio que ofrecen las agencias con las que viajé. Atención personalizada y estar siempre ahí cuando se necesitan. Claro, no pueden ir a buscar a todas las personas en auto dentro de EE.UU. y obviamente fue una excepción, pero debido a que mi familia estaba a tan sólo unas 2 horas de distancia tanto de la agencia como de la nueva familia, y recién había explotado el virus, para evitar que corriera riesgo de contagio en transporte público me fueron a buscar y fue genial.
Hasta ahora no quería saber nada con hacer una nueva experiencia solo quería volverme a mi casa en cuanto pudiera. En principio solo estaba esperando que se abrieran las fronteras, pero hace ya 7 meses que estoy con esta nueva familia y no podría estar más agradecida. No solo fue la mejor familia sino la mejor experiencia que he tenido, y esto me ha hecho cambiar de parecer. Hace un par de semanas me contacté con Ceci para que me aconsejara sobre la idea de viajar a otro destino luego de EE.UU. y ella estaba super contenta, porque de algún modo ella sabía que esto iba a suceder. Solo estaba esperando que yo hiciera click y me diera cuenta que sacando las malas experiencias con esas dos familias, que a veces puede darse, el resto fue increíble.
Tenemos que entender que la convivencia no es fácil y menos cuando vivimos con el empleador. Tratemos de sobrellevar eso y ver más allá del horizonte todo lo bueno que nos da este programa: una experiencia laboral internacional, experiencia cultural, nuevas amistades de todo el mundo, conocimiento de una nueva cultura y el aprendizaje de uno o dos idiomas. Todo esto es invaluable y es una experiencia que recomiendo que hagan. Ahora tengo en vista mi nueva aventura y esperando que esta pandemia se acabe para seguir creciendo culturalmente, conocer nuevos lugares y conocer nueva gente. Espero que les haya gustado mi historia y seguramente en unos meses podre escribir la siguiente
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