Hola, yo soy Magalí y quiero contarte mi historia. Como muchas de nosotras, las que buscamos hacer intercambios culturales, lo único que nos interesa es estar allá. No escuchamos nada de lo que nos dicen nuestros padres y no escuchamos nada de lo que nos dicen las agencias que contratamos.
Mi primer consejo es que abras bien las orejas y que escuches todo lo que tus papás y tu asesor en la agencia que elegiste para viajar tengan que decir. No porque pueda ser necesariamente malo o bueno sino para que no te lleves sorpresas.
Por supuesto que cuando yo viajé nunca escuché de que se trataba el programa. Creo que la única parte que me interesó es que el programa Au Pair es el que más beneficios tiene: ofrece casa, comida, seguro médico, y un pequeño sueldo a cambio de cuidar niños. Todo el resto era “blablablá” para mí. Y cuando llegué me sorprendí porque además de cuidar a los niños el programa dice que hay que ayudar con las tareas de la casa. Si sos de una familia en la que nunca levantaste nada de la mesa porque esté la chica que viene a tu casa a ayudar, pues o bien es el programa para vos para que aprendas qué es la vida real o bien no lo hagas porque no lo vas a pasar bien.
Muchos padres y chicos pueden creer que el programa se trata de ser “la señora que limpia”, sin embargo lo único que hay que hacer es ayudar, porque en Europa y Estados Unidos las señoras que limpian son muy caras. Entonces tanto la Au Pair como el resto de la familia hacen cosas de la casa y mantienen todo limpio.
Es una oportunidad increíble para aprender todo lo que aún no sabes y de aprender más si ya sabes muchas cosas.
El programa te da la posibilidad de volver a casa con una experiencia laboral internacional, haber conocido otra cultura y haber aprendido o mejorado el idioma que elegiste.
Ser Au Pair fue una experiencia muy importante en mi vida. El hecho de haber tenido la
oportunidad de aprender todas estas cosas y de viajar por todos lados me hizo una persona más abierta. Al llegar a Europa lo primero que hice fue empezar a conocer las diferencias de culturas y costumbres, así como también adaptarme al cambio de horario y clima respecto de mi país.
Al comienzo de mi aventura me vi afectada por situaciones sentimentales, que creo propias del ser humano al emprender un viaje o recorrido desconocido. Sin embargo fue tan solo un aprendizaje más de esta excelente experiencia como Au Pair en Francia.
Una de las cosas que más me impresionó de este país es el nivel de desarrollo que tiene, sus
medios de transporte y sus obras arquitectónicas, como así también la tranquilidad y seguridad de sus ciudades.
Gracias a esta experiencia, compartí momentos con una hermosa familia en cuyo entorno aprendí de la educación e integración social, de la cultura y su forma de pensar, compartí
viajes por países europeos con amigas Au Pair, compartí cafés y charlas con personas francesas y de diferentes lugares del mundo y sobre todo me ayudó en gran parte a conocerme a mí misma.
Por estas razones y muchas más, creo firmemente que haber sido Au Pair cambió aspectos de mi vida que jamás hubiera creído posible.
Hoy te recomiendo esta aventura, porque el tiempo pasa y estas experiencias son solo hasta los 30.
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