¡Hola! Mi nombre es Belén y les voy a contar un poquito como fue mi proceso de aplicación para mi viaje de intercambio a Alemania.
Yo conocí la agencia a través de mi mejor amiga Gime. Ella ya había hecho el programa en Holanda, y al poco tiempo de volver me dijo que tenía ganas de hacerlo de nuevo y me preguntó si yo quería sumarme. Le dije que sí, así que fuimos a hablar con Ceci (Cecilia es asesora en AuPair Adventure) quien me contó las opciones que tenía de acuerdo a mi perfil. Debido a que los programas tienen límites de edad y otras condiciones, lo aconsejable para mi era viajar a Alemania o Estados Unidos. Por los beneficios me convenía ir a EEUU, así que decidí en principio emprender camino a ese destino.
Comencé a preparar la aplicación y a juntar los documentos. En el tema de experiencia en cuidado de niños yo estaba bien, pero el desafío fue el permiso de conducir, lo que atrasó unos meses la subida de mi perfil al sistema de la agencia de Estados Unidos. Sumado a eso, a diferencia de Gime que ya había viajado y vivido en Holanda, yo tenía un nivel muy bajo de inglés y eso representó el tener que dedicarle bastante tiempo al estudio y el triple de esfuerzo para avanzar rápidamente. AuPair Adventure incluía en ese momento 20 clases para mejorar la pronunciación y soltarnos al hacer entrevistas, pero a mí me hacía falta más que eso.
Decidí entonces tomar clases particulares y me esforcé muchísimo para sentirme cómoda durante las entrevistas con las posibles familias anfitrionas. Y con el esfuerzo llegó también la frustración: después de estar 6 meses y haber tenido 4 entrevistas con familias, debido a mi bajo nivel de inglés, la agencia de EEUU le dio de baja a mi perfil porque solo tenía un mes antes de cumplir los 27 años que es el límite para viajar a este país.
A partir del 31 de diciembre del 2019 comenzó una maratón. Primero AuPair Adventure intentó de muchas maneras que me aceptaran nuevamente el perfil porque parecía que había una familia interesada, pero la agencia de EEUU no lo aprobó. Yo estaba totalmente frustrada. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que mi nivel de inglés tendría que haber sido mejor y entendí que me iba a tener que poner a estudiar un montón más.
Cuando ya mi frustración se convirtió en descartar la idea del viaje, Ceci me llamó una noche y me planteó la loca idea de viajar a Alemania. Yo pensé que estaba bromeando, sin embargo, a medida que me comentaba todo, el plan iba sonando más serio. Me dijo que la agencia me iba a ayudar con alemán y que podíamos intentar conseguir una familia. Le dije que sí, y me quedé con ella en el teléfono esa misma noche hasta las 3 am preparando mi perfil que fue enviado en ese mismo momento.
Dos días después hablé con mi mejor amiga, que me dijo que era una locura lo que estaba planeando. Me preocupé y le mandé un mensaje a la agencia, explicando que desistía del programa y que no me insistieran, porque no iba a ir a Alemania ni quería aguantar otra frustración. Mi asesora me explicó que habíamos mandado el perfil y que ellos se habían comprometido por mí, y que la agencia de Alemania los había llamado para decirles que había una familia interesada en tener una entrevista conmigo. Ceci me pidió entonces que por favor aceptara al menos hablar con ellos, porque ya habíamos dicho que sí con mi consentimiento. Hablamos un buen rato sobre los pros y los contras, y eso me alentó muchísimo, haciéndome ver que soy una persona inteligente y capaz, y que puedo lograr lo que me propongo en la vida.
Decidí entonces aceptar hacer una entrevista con la familia, que fue super linda, pero no tuvimos mucha química. Las semanas hasta el 27 de enero fueron una locura. Tomaba clases y estudiaba alemán al menos cuatro horas todos los días. Sumado a esto estaba trabajando mucho y mi cansancio era abrumador. Pero AuPair Adventure estuvo ahí para alentarme e incluso retarme cuando yo empezaba a querer tirarme para atrás.
Luego de la primera familia, en la segunda quincena de enero hice entrevista con otra familia y con ellos sí tuve mucha química. ¡¡¡No lo podía creer, parecía un sueño ya tener familia!!! Las siguientes dos semanas fueron mucho más duras que las primeras ya que la entrevista en la embajada al momento de pedir la visa es una lotería: puede ser sencilla o dura. AuPair Adventure me dio todo su apoyo y me ayudó a prepararme, así que el 27 de enero fui a la entrevista con mucho temor y cuando salí de la embajada mi corazón no lo podía creer, latía sin cesar.
Lo primero que hice fue llamar a Ceci, quien me había apoyado incondicionalmente todas estas semanas, para contarle que al fin tenía la visa. Fue realmente duro, pero cuando estudiamos y nos esforzamos por algo que queremos tenemos nuestra recompensa. Estudiar no siempre es sencillo ni vemos el resultado rápido, pero nos da enormes beneficios futuros.
Ahora teníamos otro problema que resolver: el tema del pasaje aéreo. Claro, como muchos en Argentina no estamos acostumbrados a ahorrar (o no podemos) y yo tenía planeado originalmente ir a EEUU, que es el único país que incluye el pasaje aéreo, no tenía dinero para el pasaje a Europa. Así que ahora teníamos familia y visa, pero el pasaje era otro tema.
En ese momento, y al momento de escribir esto todavía es así, Argentina había agregado un impuesto del 30% a cualquier gasto en dólares, como los pasajes de avión. Debido a esta situación especial Cecilia decidió hablar con la agencia de Alemania. Le explicó la situación solicitando disculpas por pedir una ayuda con tan poco tiempo, pero que, debido a la premura del aprendizaje del idioma y los cambios políticos de Argentina en ese momento, no había sido posible tratar el tema previamente.
La agencia de Alemania habló con la familia y por suerte ellos me propusieron pagar el pasaje y yo después devolverlo gradualmente con mi sueldo al llegar allá. Así que, increíble pero real, yo cumplo años el 14 de febrero y el 12 ya estaba saliendo de Argentina. Me despedí de los que me rodean y comencé mi aventura.
Hoy, mirando hacia atrás, veo que no solo mi esfuerzo, sino el apoyo que me dio la agencia, fueron de gran ayuda y pensar que hoy estoy en un intercambio, aprendiendo dos idiomas (alemán e inglés), conociendo otra cultura y viviendo en Alemania… ¡¡es increíble!! Si la agencia no me hubiese empujado hacia adelante o si yo no hubiese aceptado, hoy probablemente estaría en Argentina, sin trabajo y en cuarentena. Aquí estoy, en cuarentena, pero al menos con un trabajo y viviendo una experiencia internacional increíble.
Esperemos que esta situación mundial se solucione pronto y que todos puedan viajar. No dejen de creer en Uds. mismos. La agencia nunca dejó de creer en mí y gracias ello yo aprendí a hacerlo y hoy estoy aquí.
Viajen conozcan aprendan y háganlo de la mano de quien los apoye tanto como me han apoyado a mí.
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