Algunas recomendaciones para que disfrutes tu aventura au pair con tu nueva familia
Viajar como Au Pair al extranjero está lleno de aventuras y sorpresa. Todo es diferente y emocionante, incluyendo tu familia anfitriona. De un día para el otro compartes tu vida con personas nuevas que nunca has visto antes. Adaptarte puede tomar tiempo y tendrás que ajustarte ya que podría haber algunos baches en la ruta.
Tienes que tener en cuenta que las agencias hacen un screening de las familias tal y como se hace con los chicos y chicas pero esto no quiere decir que vayas a congeniar con ellos ¡Seguramente no congenias con todos los miembros de tu propia familia!
Las familias no son malas ni buenas, sino que la convivencia con nuevas personas puede resultar súper fácil o sumamente difícil. Uno puede tener 10 amigos con 5 de los cuales podes convivir perfectamente y con los otros 5 no aguantarías ni un día. Esto no quiere decir que no podes mantener la amistad sino simplemente que no vivirías bajo el mismo techo. Con las familias anfitrionas puede pasar lo mismo.
Ir a rematch es complicado porque no sabes si la familia que te tocará después no es “peor” desde tu punto de vista. Siempre recomiendo que traten de adaptarse, afrontar los problemas, hablar con la familia y resolverlo. Hablando se entiende la gente, difícilmente haya algo tan malo que no se pueda solucionar dialogando para llegar a acuerdos.
Tengo experiencia personal con esto: con mi primera familia no me llevaba muy bien. La mujer creía que yo era tonta porque a los 18 años no sabía cocinar bien. En Argentina muchas familias prefieren que sus hijos estudien antes de aprender cosas de la casa o simplemente no había tenido mucho interés ni necesidad de cocinar hasta ese momento.
Pero por otro lado yo estaba capacitada a esa edad para dar clases de equitación y hablaba inglés muy bien, cosas que jugaron a mi favor en otras ocasiones.
Para obtener el máximo provecho de tu tiempo con tu familia temporal y que puedas adaptarte bien te dejo una lista de consejos que pueden ayudarte.
1. No te olvides de llevarles un regalo
Siempre es agradable recibir un regalo y es ideal para romper el hielo. Un pequeño recuerdo de tu país de origen para los papás y los niños será ideal para que empieces esta nueva relación. Y además si los regalos son originales lo recordaran por siempre.
2. Se abierta y comunicativa
Si tienes alguna alergia o le temes a algo (comida muy picante en una casa donde se come con regularidad, por ejemplo) no tengas miedo de comunicarlo. Lo mismo si hay algo que no te gusta. Trata siempre de hablar con la familia sobre tus preferencias culinarias o restricciones dietéticas antes de sentarse en la mesa. Si no te gusta el tono que te dicen las cosas o sentís que hay algún tipo de tensión entre ustedes siempre trata de sentarte y hablar todas las cosas que te molesten porque esa es la forma en que lograras adaptarte mejor. No es sencillo hablar de temas así pero es parte del aprendizaje.
3. Participa de las comidas familiares
La comida une a las personas, es el mejor lubricante social entre culturas. Trata de estar en casa para las comidas y ayudar a poner la mesa o lavar los platos. Si sabes cocinar prepara alguna vez comida de tu país para agasajarlos, aunque pregúntales si hay algo que no les gusta o no pueden comer antes de prepararla. Aprende a cocinar lo que a ellos les gusta y si por cuestiones laborales no puede cenar toda la familia junta, organiza una comida especial en donde todos estén. O prepara un pic-nic en el jardín en un día tibio y soleado.
4. Organiza un horario con la familia y respétalo
Tanto los europeos como los estadounidenses aman la puntualidad y el respeto por los tiempos de los demás. Organiza un horario para que ellos siempre sepan donde estás y qué tienes que hacer, así también sirve para que no olvides tus tareas. Respeta los horarios de entrada a la casa y de salida. Acuérdate que no es tu casa y no puedes hacer lo que se te ocurra. Si quieres llegar más tarde negocia con ellos pero no cambies las cosas luego de forma unilateral porque esto te traerá problemas con la familia. No respetar los horarios es para ellos una falta de respeto y eso puede costarte la estadía.
5. Acepta y adaptate a las diferencias
Es probable que tengas que acostumbrarte a nuevas costumbres y reglas particulares de la casa. Recuerda que lo diferente o nuevo no significa malo. Las cosas se hacen de otra manera alrededor del mundo y mientras funcione es parte de la experiencia de aprendizaje. Hazle frente al programa y por más que no te gusten las maneras nuevas haz un esfuerzo para adaptarte, al menos por un año. Observar, aplicar y aceptar las diferencias culturales es parte de expandir tus horizontes y convertirte en una persona más abierta y madura.
6. Cuidado con la forma de comunicarte con la familia
Acuérdate que la casa no es un hotel y tu mamá anfitriona no es tu empleada. Mantener tu habitación limpia, la de los niños y hacer las tareas asignadas es parte de tu trabajo. Si te terminas algo (jabón, papel higiénico, etc.) avisa para que lo compren nuevamente, no esperes a que ellos se den cuenta que falta. ¡Cuida el agua! En muchos países el agua es escasa y muy cara. No dejes las canillas abiertas por nada, cierra bien para que no goteen. Si lavas platos a mano no dejes la canilla (el grifo, la llave) abierta: enjuaga, cierra, enjabona, abre y repite. No te des duchas demasiado largas y uses toda el agua caliente, bloqueando además el baño compartido por mucho tiempo. 0bserva como lo hacen tus anfitriones para no desperdiciar el agua.
Ayuda a llevar los alimentos desde el coche a la casa. No invites a amigos o visitantes hasta que haya suficiente confianza en la familia para preguntarles, o que ellos te lo ofrezcan directamente. Si quieres dormir todo el domingo no lo hagas en la casa porque se ve mal.
Dí que te vas a la biblioteca y te duermes ahí una buena siesta. Cuidado con la forma de contestar, especialmente los argentinos porque lo hacemos de una manera imperativa que muchas veces se interpreta de forma agresiva sin que nos demos cuenta. Traten de ser cariñosos y serviciales al hablar y siempre digan “por favor” y “gracias”.
7. Participa en las actividades que organice o te invite la familia
Evita quedarte dentro de tu habitación mirando la pantalla de tu celular. Es importante que te integres y fortalezcas las relaciones con la familia, especialmente cuando te invitan a algún evento. Con seguridad vas a hacer nuevas amistades y es normal que salgas con ellos pero no olvides compartir tiempo con tu nueva familia. Te ayuda a conocer nuevas personas, nuevos aspectos de la cultura, practicar el idioma y quizás aprender un nuevo hobby.
8. Aprovecha las charlas cotidianas
La clave para aprender un nuevo idioma es superar tu natural miedo a cometer errores. Tu familia anfitriona es lo mejor para practicar tus habilidades de conversación. Al ser nativos hablaran con un montón de modismos, frases y expresiones que quizás no aprendas en un libro de texto. Es normal, los lenguajes están vivos y ésta es la única manera de aprenderlos de forma integral. Pasa tiempo en la sala de estar o en la cocina, y no dudes en pedirles ayuda con la tarea del curso de idioma. Sé honesta si no entiendes algo que dijeron y trata de hablar lo más que puedas. Obviamente no lo hagas mientras están viendo su programa favorito. Habla cuando sea apropiado o pregunta cuando seria el momento ideal para hacer consultas sobre la tarea o practicar el idioma con ellos.
9. Recuerda que todo es temporario
Si no te gusta la receta del día o que hagan papas fritas 5 veces a la semana, si no te gusta lo que ponen en la tele o la música que ponen en el auto, respira profundo y no te quejes. Estás ahí solamente de paso y es normal que tengan su propia manera de hacer las cosas o tener otros gustos. Un año más tarde estarás en casa y tendrás millones de nuevas historias y recuerdo para compartir con tus seres queridos. Recuerda siempre que la idea del intercambio fue tuya, para crecer a nivel personal, y que adaptarse es parte de ese crecimiento.
10. Se justa y honesta cuando aparezcan problemas
Siempre que se vive con otras personas puede haber conflicto, sean o no parientes. En caso de que no te lleves bien con tu familia anfitriona o haya un problema importante que te molesta, trata de hablar con la familia primero. Si eso no es posible, habla con tu asesor de tu país de origen o de la agencia del país en el que estás. Asegúrate de proporcionar una crítica constructiva y no sólo se quejarte de cosas que son diferentes, pero no necesariamente alarmantes. Ten en cuenta que puede tomar tiempo adaptarse pero es parte del programa y de tu aprendizaje en este intercambio. Siempre actúa de manera diplomática y lo menos emocional posible.
11. Mantente en contacto
Las amistades no pueden ser forzadas pero siempre se espera que puedan tener una linda relación con la familia y que puedan mantener en contacto aun después de que termine el intercambio. El valor de estas relaciones es difícil de ver cuando todavía están allá pero con el tiempo lo verán. Recuerden que les toca hacer un mayor esfuerzo para adaptarse y ceder, dado que son las Au Pair quienes viajan y se integran en una nueva casa y una nueva cultura. Puedo garantizarles que la experiencia y el esfuerzo valdrán la pena, ¡así que a prepararse para el cambio!
Comments